Soy mamá

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domingo, 28 de agosto de 2016

APATRULLANDO LA CIUDAD


         Mi amado, querido, guapo, gracioso y delgado esposo, Dimas, siempre ha sido muy incrédulo. Bien que le repetía yo que mis amigas me decían que el principio era muy difícil, que todas lloraban, que alegaban no tener tiempo ni para ducharse, y él me decía:
         —Pues no lo entiendo...
         Le veo ahora a mi lado en el sillón con Eire entre él y el cojín de lactancia, con ojeras, sin haberse duchado, bostezando más que pestañeando, orgulloso cuando nuestra peque se tira un pedete en sus brazos (que los celebra más que las medallas olímpicas de Mireia Belmonte) y no quiero hurgar pero me da que ahora sí que lo entiende.
         Menos mal que como la peque ha nacido en verano ha añadido quince días a su permiso de paternidad y estamos compartiendo el trabajo los dos, porque desde ya digo que los quince días de paternidad son una castaña, qué alguien arregle eso, ¡por favor! (claro que como dependa de los que nos gobiernan estamos apañados).
         Y es que a todo lo que tiene delegado: la comida, mantener el orden de la casa, que haya botellas de agua fresquitas, cambiar pañales por la noche y sacar a nuestra perrita (que ya os he explicado que la acabamos de operar de una ulcera corneal y lleva un collar isabelino), se le ha añadido un nuevo cargo:
         Patrullar la ciudad de madrugada junto a su hija.
         ¿Cómo es eso?
         Pues hemos descubierto que lo único que calma a Eire, cuando está en brote, es montarla en su sillita en el coche. Así que como por las noches se altera tanto y no hay manera de relajarla, decide el típico "vístete que nos vamos"  se la lleva, la monta en el coche y a pasear a 20km por hora y me deja a mí para que duerma una hora seguida en una postura compatible con la vida.
         Los dos salen a altas horas de la noche y velan por nuestra ciudad. Si la infancia es tan influyente como dicen, Eire será una futura policía, (creo que le voy a añadir donuts a su dieta para irse aclimatando a sus vigías). Pero hay un problema, empezamos a estar preocupados porque vivimos en un pueblo con escaso movimiento a esas horas y como siga saliendo los vecinos van a sospechar de él, puede parecer un ladrón al acecho y mi hija su coartada. Los veo a los dos en el calabozo.
         Y otra cosa, mientras su madre duerme a placer, Eire, tan pequeñita,  ya se va de juerga por las noches, me tengo que plantear su educación o se me hace una "nini" con 0 meses.
         El caso es que ya ha salido dos noches y yo pienso en la suerte que tengo de contar con alguien tan paciente a mi lado pero como ando tan cansada no se lo digo, así que "cosita", GRACIAS. Gracias por apatrullar la ciudad.




           PD: esta entrada la escribí hace semanas, antes de descubrir (somos lo peor) que en la silla del coche solo puede estar media hora seguida y en posición tumbada una hora porque corre riesgo su médula espinal y puede bradicardizarse y desaturarse (eso dicen los expertos). Y yo le digo a los expertos que a estas alturas de la vida ¿no pueden inventar sillitas para que nuestros hijos (los que odian las minicunas) duerman seguros en el coche? Porque a Eire es lo único que le calma ( y sé que no es único caso) y en noches de desvelo total y berrinche idiopático creo que voy a tener que usarla sí o sí (debo ser la peor madre del mundo).

         Pronto más entradas, Eire ya tiene un mes!!

4 comentarios:

  1. Media hora en la silla del coche solo! Y esto no me lo dijeron con mis hijas? De mi casa a la de mi madre hay 5 horas de viaje y yo iba y venía 1 vez al mes. Ya les hoy viendo echándome la culpa de las hernias de disco cuando sean mayores.

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    1. Eso pone en la página oficial de besafe, pero vamos, a mí me parece una total exageración.

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  2. Yo tuve suerte, la verdad, y salvo los dos primeros días no fue una bebé llorona. Se despertaba un par de veces, comía y se volvía a dormir. La cosa cambió al año y medio, pero eso suba historia de terror que no quiero contar ahora, no vaya a ser que te asuste sin motivo.
    Créeme, no podrás ser peor madre que yo, y hemos sobrevivido (ambas) sos años. Seis años de apuros, casi ni me lo creo. Ahora miro atrás y algunas cosas las hubiera hecho diferente. No me habría preocupado tanto y habría seguido más mi instinto.
    Enhorabuena por ese mes que lleváis de madre e hija primerizas. Es una etapa terrible, por el cansancio y el estrés de no saber si lo haces bien o mal, pero a la vez maravillosa.
    Por cierto, yo también opino que la paternidad de 15 días es escasa. Pero también es escasa la maternidad de 4 meses, ya lo verás. Habría que cambiar ambas, pero me da a mi que no...
    Pd: no se si te acordarás, pero te conocimos, mi MiniP y yo en la feria del libro. Nos firmaste un ejemplar y fuiste más que encantadora con nosotras.
    Besotes!

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