Soy mamá

Soy mamá

miércoles, 24 de octubre de 2018

QUE ME PERDONEN LAS CELEBRITIES


         No voy a descubrir nada cuando repita que últimamente vivimos muy "para fuera". Por mucho que se reniegue de las redes sociales a la gente le deleita colgar sus logros y sus momentos de disfrute: una fotito de vacaciones, nuestra ecografía en la que se ve al futuro bebé, el coche nuevo, un exquisito tartar que nos vamos a comer en el restaurante más cool...
         Esto no es nuevo, sí más tecnológico, pero novedoso, pues mira, no. Siempre ha habido amigos (todos tenemos alguno) a los que le encantaba pasearse con relojes carísimos, coches a la última y casas enormes muy por encima de sus posibilidades y no nos la colaban (aunque fingiésemos que sí). Pero normalmente el postureo era para aparentar "más" no "menos". Quedaros con esta reflexión.


         Y también quiero hablar del debate abierto que hay ahora con la forma en que se vive maternidad. Hay verdaderos conflictos y teorías sobre lo que es ser buena madre. Por separar los extremos, a un lado habitan las "malas madres" que desmitifican la maternidad y al otro reinan las madres que crían con apego, a las que les sale gloria por los ojos cuando hablan con sus hijos.

         Si sumamos "postureo a menos" y "debate maternidad" sale como resultado lo que a mí me chirria. Os cuento:
         No, mejor veamos esta escena:

         https://www.youtube.com/watch?v=jVI11MofPCg

         En ella hemos visto (quién haya clicado, ya sé que muchos no, pero os la recomiendo encarecidamente) a dos mujeres con éxito y dinero que se desahogan sobre su maternidad y al final acaban brindando por las mujeres que no tenemos ayuda privada en casa y no entienden cómo lo hacemos.
         ¿Por qué me gusta? Porque son sinceras y eso, amigos, no abunda.
         Y, ¿qué es lo que me chirría?
         Me chirría cuando veo a celebrities hablando de su paternidad y afirman que pasan muy malas noches o que están hartos de hacer cremas y potitos, etc... Están vendiendo una moto innecesaria o por lo menos yo no se la compro.
         Es más, a mí hasta me ofende. Porque tú les ves fantásticos y va y te miras porque llevas meses sin ir a la peluquería o con las uñas a medio pintar y piensas o que se están tirando el pisto o es que se levantan así de estupendos y delgados porque beben mucha agua.

         ¡Cuidado! No digo que la mamá o el papá que tiene que hacerlo todo él porque no tiene ayuda sea mejor padre que ellos, quién soy yo para etiquetar a nadie, solo digo que el papá que no tiene ayuda está mucho más liado (obvio) y que un brindis por él (como hacen mis amigas de Sexo en Nueva York) pues sienta mejor.
         Pero documentándome para este artículo me encuentro con algo que es un "zasca" en toda mi cara. Un término llamado "mom shaming". Pues resulta (me encanta empezar así) que existe una nueva forma de sexismo (estamos locos) que se basa en avergonzar a la madre que tiene una vida activa tras ser madre y lo cuenta en redes. Por ejemplo, Sara Carbonero contestó esto en una entrevista:

         Pregunta: Un mes después de dar a luz regresa al trabajo. ¿Y la baja por maternidad?

        Respuesta: Me he escapado un ratito. Tengo ayuda en casa y a los abuelos pendientes.

          Pues, amigos, por lo visto los comentarios fueron insultantes. De esto me enfadan dos conclusiones:
         Uno que se metan con ella porque trabaje y admita que tiene ayuda (envidia, pura envidia, de la mala y que no me cuenten otra).
           Y que nadie mencione a Iker Casillas que tampoco estaba porque se había ido a la concentración de la selección.


       
        Leído esto, que es un solo ejemplo, pero hay muchos, puedo entender ahora porque nuestras celebrities aparentan que lo hacen todo ellas y así se evitan el chapuzón de críticas llevados por la envidia que cuando es anónima es aún peor.
         Pero vosotros qué preferís:
         a) Que el celebritie admita que tiene ayuda contratada y que por eso no está tan cansado y se le ve tan bronceado, acicaladito y en buena forma.
         b) Que venda la moto de que las noches son malísimas y así se evite un juicio con muy mala baba en internet.
         c) Que no diga nada (que también es viable).
        
         Ayer contándole a mi marido que iba a escribir esta entrada él me preguntó, «¿y tú, qué harías?». No tardé en responder, que admitiría que tengo ayuda, porque es obvio, y que tengo esa suerte, punto. Por eso, yo, claramente, opto por opción A. Por la sinceridad. No pasa nada si tienes más dinero que yo y te lo puedes permitir, la vida es así. Ni tú serás peor padre por tener ayuda, ni yo mejor madre por ser como Juan Palomo. Eso es otra cosa y quien lo ponga en duda que se lo haga mirar (de verdad).


        
         Concluyo alegrándome por haber escrito esta entrada porque igual cuando vuelva a ver a una famosa diciendo que duerme fatal (alguna habrá, no digo yo que no), ya no me chirríe y la comprenda. Al final, no hay nada como informarse para ponerse en la piel del otro.
         Respetemos, amigos.



Referencias:
https://clubdemalasmadres.com/
http://mom.life/stop-mom-shaming-mom-life/
https://www.glamour.es/placeres/cultura/articulos/malas-madres-mom-shaming-redes-sociales-chrissy-teigen/23757

No hay comentarios:

Publicar un comentario